«Al torero en su cogida», por Julio Ortega
No, matador, no nos alegramos cuando el toro te coge. Nos duele el sufrimiento y eso te incluye también a ti. Aunque seas el verdugo y el del toro a ti te reporte placer y beneficios.
Al torero en su cogida, por Julio Ortega Fraile
Torero, no pienses que tu muerte en la arena me deja indiferente. Tampoco lo hacen tus heridas. Y esa mueca convulsa, aunque te cueste creerlo, mejor dicho: a pesar de que te convenga negarlo, me sobrecoge y entristece. Así pasa cuando la empatía con el sufrimiento de otros no se construye sobre la distinción entre especies, sino que se apoya en la conciencia del padecimiento ajeno y del valor que la propia vida posee para cada cual. Sé que te resultará difícil entenderlo y que aún haciéndolo preferirás no admitirlo, pues tal sinceridad desmontaría una de las falacias más ruínes y recurrentes utilizadas por el…
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